Por suerte , cada tanto siento una irreplimible náusea que me avisa : estoy perdiendo el rumbo . Hastiada de incongruencias , tiempos vacíos , hipocresías , mentiras de los otros , mentiras mías , me llega el momento de la depuración , de sospechar apenas el sentido de la vida . Y hace frío , demasiada gente exiliada en una gran carencia , pocas manos para tantos platos de sopa sin dar , sin ofrecer un abrigo , unos pesos , un refugio , una esperanza posible . Estoy absolutamente convencida de que todos tenemos algo para dar , aún los que creemos tener poco o nada . Siempre hay alguien que tiene menos . Y no hay ideología salvadora si no empezamos por desprendernos cada uno de algo que el otro necesita .
Hoy