Samuel Beckett, Le Petit Café, Boulevard St Jacques, Paris, 1985
Sí, he sido mi padre y he sido mi hijo, me he planteado preguntas y las he contestado lo mejor que pude, me he hecho repetir, noche tras noche, la misma historia, que me sabía de memoria sin poder creerla, o nos íbamos, cogidos de la mano, mudos, sumergidos en nuestros mundos, cada uno en sus mundos, con las manos olvidadas, una en la otra. Así he sobrevivido, hasta el presente. Y aún esta noche parece que todo marcha bien, estoy en mis brazos, me sostengo entre mis brazos, sin mucha ternura, pero fielmente, fielmente. Durmamos, como bajo aquella lejana lámpara, agotados, por haber hablado tanto, escuchado tanto, penado tanto, jugado tanto.
3 comentarios:
cada vez que me presentas a alguno de tus viejos fantasmas, aprovecho para entrar en la wikipedia y aprender, o refrescar, los datos y el recorrido de esa persona..
la de este hombre es muy interesante :)
Esos fantasmas andan por el mundo, siemprevivos. A veces, departo un rato con ellos y me acarician el alma.
Te visitaré pronto!
Hola Ele... Quién tradujo...? Qué fragmento (como probablemente.... todo! Beckett) notable, "de antolog'ia"... Muchas gracias.
MS (iniciales de apodo y de nombre, a la vez)
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